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Casualmente, luego de hablar con la licenciada acerca de que si añoraba o no mi infancia (en el sentido de que si quisiera que vuelvan esos viejos buenos tiempos en donde tuve libertad absoluta), me encontré, en el colectivo, volviendo a casa, con una ex compañera del secundario. Y me quedé pensando (estoy muy reflexiva, lately) en el poco contacto que mantuve con ese grupo (no hablo de los 34 seres con los que compartía las 5 horas de clase, sino con ese grupito de 5 o 6 con el que, en aquel entonces, andábamos de acá para allá).

Lo interesante (ponele que interesante) es que me di cuenta que el poco contacto no se dio después de haber egresado, sino que desde que estábamos en el colegio también permanecí más bien distante. Esto me cayó cual rayo fulminante (faaa) cuando le conté que el domingo había ido al Pepsi a ver a Faith No More* y ella se quedó mirándome con cara de “¿y a vos desde cuando te gusta ese tipo de bandas?” y ahí entendí que jamás me conocieron del todo, que, claramente, nunca me di a conocer.

*BTW, ese recital fue una de las mejores experiencias que he tenido en mi cuadrúpeda vida