Hace años que he renunciado a pensar coherentemente, mi lapicera Waterman piensa mejor por mí. Parece que juntara energías en el bolsillo,
la guardo en el chaleco, encima del corazón, y es posible que a fuerza de escucharlo ir y venir el gran gato redondo cardenal
su propio corazón de tinta, su pulpito elástico se vaya llenando de deseos e imaginaciones. Entonces me salta a la mano y el resto es fácil, es exactamente ahora.
(...)
acepto el impulso ciclista que nace en la mano, la dejo enhorquetarse en el palito-que-habla, y allá van mientras los miro y chupo mi jugoso mate donde una diminuta selva perfuma para mí.
Julio Cortazar
imagen de John Keats
fragmentito extraído del bellísimo regalo de cumpleaños que mi amadísima me ha hecho