Dios debe sufrir de acidez

Yo creo en dios (sí, con minúsculas), pero no creo en los intermediarios (que, como en todo, son los que hacen el negocio). No comparto absolutamente nada con ninguna institución religiosa: ni sus preceptos, ni sus reglas, ni sus condiciones. Nada.
No me importa que se llame Dios, Ala, Jehová, Destino, Buda, Madre Naturaleza, Inti o como ustedes quieran. Se puede llamar Roberto si se les antoja. Me da absolutamente igual, puesto que nada va a cambiar mi idea de un ser/ente/whatever you want, que nos pone en esta tierra, nos regula y marca nuestro sendero. No puedo afirmarlo, pero no puedo negarlo. Las cosas pasan por algo. Algo hizo que un primer remolino de materia suelta se convierta en el primer ser vivo sobre la tierra.


Ayer nos quisieron evangelizar, a Paula y a mi (una vez más y va...)
Un tipo cuarentón y un pendejo, con sus biblias negras y sus folletos. Nos preguntaron si conocíamos la palabra del señor, los evangelios y la mar en coche. Yo, que estaba con mi monje zen* interior de vuelta en paz, me abstuve de hacer cualquier tipo de chiste, comentario y traté de decirles a todo que sí, para que se vayan y nos dejaran en paz, en tan bella tarde de parque. Pero no fue posible.

Es realmente muy difícil describir a esos dos personajes, sobre todo la furia del pendejo, en su rol de pecador arrepentido y redimido, con la que nos hablaba de pecado y del infierno y de cómo debíamos arrepentirnos y dejar que el señor nos perdone y bla bla bla...
El discurso de siempre, pero con ferocidad inaudita. Ni hablar de llamarnos anormales (me llamó la antención no que nos diga amorales, sinó lisa y llanamente anormales) y todas esas cosas que la gente con la amplitud mental de un caracol aplastado dice.

Lo que más me molesta de este tipo de personas es que no aceptan que haya alguien que piense un milímetro distinto que ellos. ¿Qué sabrá él del amor? ¿Sabrá que es un milagro, que no es algo frecuente? ¿Sabrá lo difícil que es encontrar a esa otra alma que te completa?
Espero que en algun momento lo aprenda.


Cuando se fueron, no podíamos dejar de cantarnos (muertas de risa, oooobvio) esto:






*ese que me cagó a batonazos durante el fin de semana y generó el post anterior a este