Voçe...?

El domingo almorzabamos con Pau y, como andabamos por el barrio, se nos dio por hacer pic-nic en Plaza de Mayo (del otro lado de las rejas, frente a la Casa Rose), luego, algún que otro beso que va y viene y se nos acerca un pibe.
Lo primero que pensé, lo admito, fue alguna puteada para rajarle ni bien diga alguna grosería/propuesta libidinosa, como nos ha pasado, pero, para nuestra sorpresiva sorpresa, resultó ser un brasileño (brasilero... nunca me decido y no me gusta el sonido de ninguna*) que quería saber qué boliche gay iba a estar abierto esa noche (pobre, a buen puerto va por leña...). Todo, por supuesto, en perfecto portugués y tratando de hacerse entender, porque no cazabanos ni una y él no hablaba castellano, lo cual fue muy gracioso.




* sí, me voy de tema, ¿y?