Después de deliberarlo un tiempo, llegué a la conclusión de que mi novia es un Mil Hojas. Anda siempre llenas de capas y capas de ropa.
Ahora en invierno es capaz de ponerse: una musculosa, una camiseta, una camisa, un swearter finito, un saquito y un tapado o campera. Y debajo del pantalón se puede llegar a poner calzas y medias.
Yo, en cambio creo ser más bien un bizcochuelo, no por gordita y esponjosa, sino porque apenas tengo una cobertura y no las 76550 cosas que tengo que sacarle a mi chica antes de encontrarme con tan increible piel.